Periodismo feminista
Hoy en el 8M, Día Internacional de la Mujer, rindamos un homenaje a todas las periodistas que desde sus trincheras trabajan todos los días por la defensa de los derechos de las mujeres
Por Claudia Guerra
¿Qué significa periodismo feminista?
Pienso en una imagen: Las niñas que están formadas en el patio de la escuela. Algunas miran al suelo, otras retan a la cámara.
Para mí el periodismo feminista debe transmitir todo lo que esas niñas hacen y son capaces de hacer; mostrar sus sonrisas amplias llenas de sueños, sus habilidades en el futbol, la gimnasia, la química, la administración, la astronomía o la lucha libre; dar a conocer esos miedos que las agobian de tener granos en la adolescencia o de que el chico o chica o chique con quien sueñan les haga caso; mostrar lo que ya han enfrentado a sus escasos ocho años, como levantar el plato de su hermano de la mesa o cuidar al bebé en pañales porque mamá tiene que trabajar y papá no existe en la foto o soportar la mirada inquietante del hombre que las observa mientras cruzan la calle o se suben al camión.
Creo que en el gran mosaico que significa hacer buen periodismo se trata de reconocer y abrir espacios a sus historias tanto tiempo invisibilizadas y disminuir esa brecha que nos tiene muy por detrás en la agenda “de lo que es importante”.
Se trata de poner a esas niñas en el primer lugar de la fila. Dar a conocer sus historias, educar en perspectiva de género, cambiar conciencias que generen leyes y modifiquen instituciones con el compromiso de frenar las violencias que matan a miles de mujeres cada día.
El periodismo feminista es contar esas historias, y también es cuidar, y también es vivir la ética día a día. Es, como el buen periodismo, un periodismo inconforme con lo que la conciencia sabe que no es correcto.
Es, como dice la escritora y periodista peruana Gabriela Wiener, luchar contra la violencia de género, pero también contra la violencia racista y contra la violencia social, política y económica.
Es luchar con la pluma, la palabra y las acciones contra los machismos que discriminan a las mujeres y minimizan sus tareas en el campo laboral. Esos machismos que relegan, que no saben escuchar sus necesidades y que acallan sus voces.
Es escribir y gritar esas historias para que cada día esas niñas de la fila se sientan seguras y plenas en su presente y para que puedan tener un futuro libre que les permita ser y hacer lo que ellas quieran.
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