‘Lo acabo porque lo acabo’

6 claves detrás de todo gran logro

Liza Hernández, primera mexicana en cruzar a nado el Canal de la Mancha, comparte que detrás de sus grandes logros están el visualizar la meta y tener la determinación para alcanzarla

Por Claudia Guerra

Elizabeth Hernández todavía recuerda cuando en sus largas jornadas en aguas abiertas veía cómo se le paraban los pelitos de los brazos por el cansancio y el frío.

“Era verme en los brazos los pelitos parados del frío, del cansancio, que dices ‘de veras ya no quiero, ya me cansé”, recuerda la atleta de 53 años. 

“Pero era tal mi decisión de lograr las cosas, de lo acabo porque lo acabo, porque me llamo Liza’”.

Esa determinación sin dudas ni distracciones podría decirse que fue clave para que Liza, como le dicen sus amistades, se convirtiera en la primera mexicana en cruzar el Canal de la Mancha.

MUJER DE HAZAÑAS

Hace 30 años esta leyenda nacional en el mundo de la natación en aguas abiertas logró la hazaña que todavía deja con la boca abierta. 

El 22 de agosto de 1992, cuando tenía 22 años, se convirtió en la primera mexicana en nadar 48 kilómetros durante 10 horas con 40 minutos desde Dover, Inglaterra, hasta la arena de Calais, Francia. 

La temperatura era de 14 grados, el día se convirtió en noche, tuvo calambres, sintió por momentos que los brazos ya no le respondían y su mente le decía que ya parara, que ya no podía continuar, pero siguió y siguió, sin parar.

“En el Canal lloré de cansancio, de desesperación”, cuenta. “Me preguntaba: ‘¿por qué estoy hasta acá haciendo esto?’”. 

Pensaba en su entrenadora Margarita Nolasco, en sus papás, en su novio Carlos Urdiales con el que formó poco después una familia, en sus amigos, en los apoyos económicos que recibió para poder cumplir ese sueño.

Ahí aprendió a controlar el dolor.

“De pronto pasa y de pronto dices ‘ya no me duele’. Esa parte es maravillosa, no te das cuenta. Dices ‘ya no me duele’ y sigues y sigues”.

Su extraordinario logro la convirtió ese mismo año en Premio Nacional del Deporte, el reconocimiento más importante que da México a sus atletas.

Y las hazañas siguieron con dos récords Guinness más: la mayor distancia recorrida en aguas abiertas al recorrer 187 kilómetros durante 23 horas con 50 minutos en el río Paraná,  Argentina, y la mayor distancia recorrida durante 24 horas continuas en alberca de 25 metros, al nadar 83.7 kilómetros en las instalaciones de la Universidad de Veracruz.

Tras un receso de varios años, Liza regresó a las albercas hace 12 años y hoy se prepara para competencias de la categoría Master, para lo que entrena 4.5 kilómetros diarios en el agua.

¿Cómo le hace Liza para superar el dolor, el cansancio, el ‘no puedo más’ en estas exhaustivas pruebas de resistencia para la mente y el cuerpo?

En la charla que sostuvimos con ella Roxana Rodríguez y yo en el podcast Filosofía a todo rocxs, nos dio algunas claves.

Aquí seis de ellas.

MIS I+D+EAS

SEIS CLAVES PARA TODO GRAN LOGRO

1. RECONOCER LAS CAPACIDADES Y POTENCIALIZARLAS

“Yo soy una nadadora lenta”, dice Liza en varias ocasiones. Ella reconoció lo que podía hacer su cuerpo, sin juicios de por medio, y desarrolló con entrenamiento sus capacidades. Reconoció que no era una nadadora de velocidad, pero sí una nadadora de resistencia.

2. TENER CLARA LA META Y VISUALIZARLA EN TODO MOMENTO

“Siempre tengo en mente de que voy por una meta, de que quiero hacer algo”.

Liza sabe lo que quiere y lo visualiza en cada entrenamiento. Hoy compite en el nacional de Masters en las pruebas de curso largo, y no va contra nadadoras más rápidas o más jóvenes que ella. Su meta es clara: bajar sus tiempos, disfrutar el agua, sentir la adrenalina de competir con ella misma.

3. TENER UNA FÉRREA DETERMINACIÓN

La determinación está en el ADN de Liza. 

Y es la que le dice en todo momento “acabo porque acabo, porque me llamo Liza”.

4. CONTROLAR LA MENTE

“Si no controlas tu mente te sales, punto, porque realmente tienes un dolor muy fuerte”.

Es, comenta, saber que te vas a cansar, que va a doler el cuerpo, el estómago, que te vas a sentir mal, pero tener algo claro: “Lo voy a lograr”.

5. CONTAR CON UNA RED DE APOYO

Liza nadaba y nada sola en el agua durante horas. Pero tiene claro que siempre a su lado está su familia y cuando tuvo que competir, su entrenadora que era también su masajista y terapeuta.

6. TENER SIEMPRE CLARO LO QUE TE HACE FELIZ

Al final del día, hagas lo que hagas, solamente te vas a sentir plena y exitosa si haces lo que te llena, comenta Liza. Ella lo encontró en el agua.

“Lo que siento en el agua es como una mimetización con el agua”, expresa. En ese momento el tiempo se detiene y existe sólo ella. “Mi sensación en el agua sí es de libertad, de que aquí estoy solo yo”. 

Dejó de nadar unos años por otras prioridades como la familia y el trabajo. Pero con apoyo de su terapia recordó que lo suyo era nadar y regresó hace 12 años con una consigna: no dejar el agua de nuevo. 

“Tenemos que procurarnos, tenemos que procurar ser felices. ¿Qué te da felicidad? Tener mis hijos, que estén bien, mi esposo, mis padres sanos, y que yo esté bien. Y que yo esté bien es meterme a nadar”.

Filosofía a todo rocxs podcast con Claudia Guerra y Roxana Rodríguez

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